Desde que Negroponte dijo que pensaba construir una laptop a u$s100 pasaron muchas cosas. Primero que nada, OLPC jamás llegó a ese precio, pero sí dio paso a que las empresas se encolumnaran por fabricar una notebook económica.Y así nacieron las netbooks, con el Intel Atom dentro y pantallas en un principio pequeñas. Hoy ya llegan hasta las 12,1’’ y quien sabe hasta dónde las agrandarán.
Pero en medio de todos esos lanzamientos había quedado al margen el objetivo principal: dotar de portátiles a los alumnos de escuelas de países en desarrollo. Ni la Classmate de Intel o la EeePC de Asus lo lograron del todo.
Ahora es Dell la que reflota el concepto con la Latitude 2100. Pretenden venderla como una notebook para estudiantes, pero una vez más el precio pone el límite. Su valor parte de los u$s369 y llega hasta los u$s500 si se le agrega una pantalla táctil y demás cosillas.
A diferencia de las Mini, la carcasa de la 2100 no es de plástico resbaladizo sino de caucho, fácil de sostener y de colores brillantes. La ausencia de aperturas en la tapa inferior significa que dejarla caer sobre un charco de agua derramada no le hará daño y una luz en la tapa indicará al docente si el alumno está conectado a internet.
La 2100 tiene un teclado levemente más grande que el de las portátiles comunes. Su pantalla de 10,1’’ (1024 x 576) se puede configurar para que sea sensible al tacto, que según Dell es útil para las manos pequeñas de los menores y un teclado antimicrobiano porque esas manos frecuentemente están sucias.También se le puede agregar una webcam. Puede utilizar las versiones básicas de los sistemas operativos Windows XP y Vista y la versión Ubuntu de Linux.
Posee un Intel Atom N270, hasta 2GB de memoria RAM, disco de hasta 250GB, 3 puertos USB, lector de tarjetas y salida VGA.
¿Otro “engaño” de la industria? Desde mi punto de vista, sí.
