Finalmente, encontré un tiempo para escribir estas líneas acerca del que creo es un proyecto que poco y nada ayudará a los argentinos. Hablo del que ya se ha bautizado como el “impuestazo tecnológico”, que pretende gravar las importaciones de notebooks y demás dispositivos, favoreciendo además a las empresas instaladas en Tierra del Fuego.
Entiendo la postura del Gobierno sobre querer recaudar más y así tratar de seguir adelante. Cristina Kirchner -que tiene una MacBook Air en algún lugar de la residencia de Olivos- dijo que se importaron productos tecnológicos por u$s6.000 millones.
Es cierto que la cifra es altísima, pero nada garantiza que gran parte de ese dinero se vuelque a un compre nacional.
Actualmente, una notebook importada -HP y Dell, entre otras- tiene un precio algo más elevado que una nacional, dentro de las cuales podemos citar a Olivetti, EXO, BGH y Banghó. Pese a ello, las extranjeras siguen liderando las ventas.
Pero atención porque en el top five de las más vendidas tenemos a tres nacionales… pero ninguna con una planta en Tierra del Fuego. Según datos de 2008, Olivetti, Banghó y EXO se mezclan entre las líderes en ventas dentro de la Argentina.
Para ser más concretos, Olivetti sigue de cerca a HP en cuanto a ventas. O sea, ya se compra nacional y bastante. Agreguen a esa lista a BGH y los equipos que fabrican Frávega, Garbarino y Megatone, como Commodore.
El papel de las multinacionales va mucho más allá de traer un equipo y dejarlo a la buena suerte en el mercado. Soporte, servicio técnico, alquiler de locales, publicidad… es decir, trabajo en la Argentina para miles de personas y riqueza que se queda acá.
Pensemos en los dos escenarios posibles. Se aplica el impuestazo, los precios suben y las ventas bajan. No hay dudas de que alguna parte de esa cadena que mencioné arriba se verá afectada. ¿Se perderían empleos? No puedo afirmarlo, pero sin dudas alguno que otro sí. Agreguemos a eso el escenario para los empleados de las que ensamblan fuera de Tierra del Fuego, como Olivetti y Banghó: si las plantas se mudan, ellos se van para allá o pierden el trabajo.
Y el segundo escenario: se aplica el impuestazo, los precios suben y las ventas no bajan. El Gobierno estaría feliz porque recaudaría más. Las plantas fuera de Tierra del Fuego no se mudan y todos contentos. Incluso podemos pensar en que alguna multinacional decida ensamblar en esa provincia y el número es redondo.
Pero esta posibilidad me parece igual un tanto lejana… si la brecha de precios entre las nacionales y las importadas sigue aumentando, tendríamos más ventas de equipos ensamblados en el país. No está mal, nada mal.
Pero insisto: a pesar de la diferencia de precios entre las nacionales y las importadas, se venden un poco más las segundas. Eso da un indicativo de las preferencias de los argentinos, bah, de todo el mundo. ¿O conocen en el mundo alguna marca nacional que logre ganarle algún mercado a HP, Dell o Acer?
¿Somos un mercado tan importante como para compararnos con Brasil y su Manaos? El Gobierno y empresas como BGH y NewSan dicen que sí. Yo creo que no y por ello no tenemos multinacionales ensamblando acá. Dell sí está en Brasil… porque su mercado es cuatro veces más grande que el nuestro, sin contar con que Brasil está entre las 15 economías más grandes del mundo.
Que se entienda bien: me parece perfecto que traten de incentivar la “producción” y venta nacional, pero no en estos términos. ¿No sería mejor bajar impuestos a las empresas que ensamblan acá sin castigar a las extranjeras? Ahí sí la brecha de precios haría que sea mucho más atractivo comprar notebooks de BGH.
Con una medida de ese estilo el Gobierno sí estaría premiando a la producción nacional y no sólo a la de Tierra del Fuego. Y al mismo tiempo crearía condiciones más atractivas para que una empresa de la talla de Dell y el resto miren con más atención a nuestro país, como un probable fabricante y exportador de notebooks.
Creo firmemente que la medida sólo logrará aumentar las importaciones en negro y el contrabando, encarecerá la tecnología para todos y por último perjudicará a las empresas que decidieron instalarse fuera de Tierra del Fuego, apostando a un país y no a una sola provincia.
Entiendo la postura del Gobierno sobre querer recaudar más y así tratar de seguir adelante. Cristina Kirchner -que tiene una MacBook Air en algún lugar de la residencia de Olivos- dijo que se importaron productos tecnológicos por u$s6.000 millones.
Es cierto que la cifra es altísima, pero nada garantiza que gran parte de ese dinero se vuelque a un compre nacional.
Actualmente, una notebook importada -HP y Dell, entre otras- tiene un precio algo más elevado que una nacional, dentro de las cuales podemos citar a Olivetti, EXO, BGH y Banghó. Pese a ello, las extranjeras siguen liderando las ventas.
Pero atención porque en el top five de las más vendidas tenemos a tres nacionales… pero ninguna con una planta en Tierra del Fuego. Según datos de 2008, Olivetti, Banghó y EXO se mezclan entre las líderes en ventas dentro de la Argentina.
Para ser más concretos, Olivetti sigue de cerca a HP en cuanto a ventas. O sea, ya se compra nacional y bastante. Agreguen a esa lista a BGH y los equipos que fabrican Frávega, Garbarino y Megatone, como Commodore.
El papel de las multinacionales va mucho más allá de traer un equipo y dejarlo a la buena suerte en el mercado. Soporte, servicio técnico, alquiler de locales, publicidad… es decir, trabajo en la Argentina para miles de personas y riqueza que se queda acá.
Pensemos en los dos escenarios posibles. Se aplica el impuestazo, los precios suben y las ventas bajan. No hay dudas de que alguna parte de esa cadena que mencioné arriba se verá afectada. ¿Se perderían empleos? No puedo afirmarlo, pero sin dudas alguno que otro sí. Agreguemos a eso el escenario para los empleados de las que ensamblan fuera de Tierra del Fuego, como Olivetti y Banghó: si las plantas se mudan, ellos se van para allá o pierden el trabajo.
Y el segundo escenario: se aplica el impuestazo, los precios suben y las ventas no bajan. El Gobierno estaría feliz porque recaudaría más. Las plantas fuera de Tierra del Fuego no se mudan y todos contentos. Incluso podemos pensar en que alguna multinacional decida ensamblar en esa provincia y el número es redondo.
Pero esta posibilidad me parece igual un tanto lejana… si la brecha de precios entre las nacionales y las importadas sigue aumentando, tendríamos más ventas de equipos ensamblados en el país. No está mal, nada mal.
Pero insisto: a pesar de la diferencia de precios entre las nacionales y las importadas, se venden un poco más las segundas. Eso da un indicativo de las preferencias de los argentinos, bah, de todo el mundo. ¿O conocen en el mundo alguna marca nacional que logre ganarle algún mercado a HP, Dell o Acer?
¿Somos un mercado tan importante como para compararnos con Brasil y su Manaos? El Gobierno y empresas como BGH y NewSan dicen que sí. Yo creo que no y por ello no tenemos multinacionales ensamblando acá. Dell sí está en Brasil… porque su mercado es cuatro veces más grande que el nuestro, sin contar con que Brasil está entre las 15 economías más grandes del mundo.
Que se entienda bien: me parece perfecto que traten de incentivar la “producción” y venta nacional, pero no en estos términos. ¿No sería mejor bajar impuestos a las empresas que ensamblan acá sin castigar a las extranjeras? Ahí sí la brecha de precios haría que sea mucho más atractivo comprar notebooks de BGH.
Con una medida de ese estilo el Gobierno sí estaría premiando a la producción nacional y no sólo a la de Tierra del Fuego. Y al mismo tiempo crearía condiciones más atractivas para que una empresa de la talla de Dell y el resto miren con más atención a nuestro país, como un probable fabricante y exportador de notebooks.
Creo firmemente que la medida sólo logrará aumentar las importaciones en negro y el contrabando, encarecerá la tecnología para todos y por último perjudicará a las empresas que decidieron instalarse fuera de Tierra del Fuego, apostando a un país y no a una sola provincia.